- Evitar problemas de pareja. Esta es la función principal de una política de prevención de riesgos matrimoniales.
- Un riesgo matrimonial que aparece antes que el matrimonio es la falta de discernimiento para ver si es adecuado o no el casarse.
- No casarse si aparecen algunas de estas situaciones que seguidamente relaciono, es la mejor prevención posible que se puede hacer.
No se case por estas razones, si lo hace fracasará en su matrimonio.
- Atender solamente al atractivo físico de tu pareja, o al dinero, posición social o cuestiones similares, olvidándose de qué hay detrás de esa persona (su carácter, sus valores, su personalidad, sus defectos, sus virtudes)
- Idealizar sus “virtudes” olvidando que nos casamos con una persona que, como tal persona, también tiene sus peros, sus defectos. Cuando queremos de verdad, estamos queriendo lo bueno y lo menos bueno de nuestro cónyuge. Si no consideramos también sus defectos, nuestro matrimonio correrá grandes riesgos.
- Miedo a quedarse solo/a.
- Utilizar el matrimonio como una posibilidad de independencia frente a los padres. Uno no se casa para ser independiente, sino para formar una familia.
- Por cabezonería, por afirmación del “yo”. He tomado una decisión, y, aunque sea equivocada, la mantengo a toda costa porque, conmigo no hay quién pueda.
- El miedo a romper un noviazgo oficial que ya no funciona. Se tiene miedo al compromiso social, a la familia (que ve el noviazgo con buenos ojos), al qué dirán.
- El temor al escándalo porque la chica se queda embarazada. Hoy ya es cada vez menos. Lo más sensato es esperar a que nazca el niño y posteriormente ver si es aconsejable o no el casarse. Hoy cada vez es menos problema, porque ya se sabe, como progresistas abortamos a la criatura (la matamos) y nos quitamos el “problema”.
- Casarse por lástima hacia el otro, por compasión. Se piensa que, casándose se le podrá ayudar. El amor conyugal no es de compasión ni de lástima. Esto es camino cierto al fracaso del matrimonio. Esto es frecuente en las personas que necesitan alguien a quién cuidar más que amar.
- Utilizar el matrimonio para compensar anomalías psicoafectivas.
- Buscar en el matrimonio un papá para la mujer o una madre para el hombre. Esto les ocurre a quienes sufren una inmadurez afectiva. “Descubren” en el otro estas figuras maternas y paternas.
Seguramente que sabrás alguna razón más para evitar futuros problemas de pareja. Podemos contribuir a evitar problemas en el matrimonio. ¿Quieres contármela a través de algún comentario? Podemos contribuir a que muchos novios tomen las decisiones más correctas para su vida.
Créditos: Tomás Melendo. Lourdes Millán-Puelles. Asegurar el amor