El resentimiento en la relación de pareja es el fruto que se tiene cuando uno o ambos de los esposos no puedan o no sepan mostrar sus necesidades y sentimientos.
No poder mostrar nuestros sentimientos o nuestras necesidades hace que no puedan ser atendidos. Una necesidad no atendida solamente produce frustración y malestar en la persona.
El resentimiento entre los esposos condena al fracaso esa relación. 1
Son auténticas piedras que lastran tu relación de pareja.
Angeles, como otras muchas mujeres (y también hombres), no es capaz de expresar de modo claro ni sus necesidades, ni sus sentimientos.Cuando su marido la defrauda o la frustra, no es capaz de decírselo, no es capaz de tratar esta situación. Ante esta incapacidad solamente le queda ir acumulando cupones en su colección de reproches, de ira, de resentimiento contra su marido y por ende contra su matrimonio.
- Los NOES que no decimos
- Todos los “noes” que no somos capaces de decir se acumulan en nosotros y crean una enorme bolsa de resentimiento. Algunos la vuelven contra sí mismos, se hunden en la depresión o en la enfermedad.
Cólera
Estamos entonces llenos de cólera. ¿Cómo salimos? Las “puertas de salida” a la cólera que no funcionan ya las conocemos de sobra pues van desde el ya conocido “dolor de cabeza” (no puedo salir esta noche o no puedo hacer el amor esta noche porque me duele la cabeza), al auténtico dolor de espalda pasando por otras manifestaciones en el cuerpo. Otros acaban por dirigir su cólera hacia otro. Cualquier tontería es suficiente para montar todo un espectáculo y pelea.
- Coleccionar resentimientos
- Este proceso de coleccionar cupones de resentimiento tiene un fin: decir sin decir porque somos incapaces de asumir la responsabilidad de nuestras emociones y de nuestros sentimientos. Así con este decir sin decir, el verdadero sufrimiento, herida o frustración que tenemos no se manifiesta. No tratamos lo que realmente nos pasa. Así como que protegemos nuestra relación no poniéndola en tela de juicio de manera profunda. 2
Naturalmente proceder así no resuelve el problema. Este ni siquiera se hace presente. Cerramos en falso y, mientras nuestra relación se va deteriorando.
Angeles no se atreve a oponerse a su marido. En su matrimonio es él quien decide. Los deseos y necesidades de Pepe pasan por delante de los suyos. De niña no tenía derecho a decir no. De adulta, no es capaz de decir lo que quiere. Frente a los demás se olvida de sus propias necesidades. Sin embargo, la rabia se va acumulando de modo paralelo a este sacrificio. Y entonces se lo hace pagar a su marido. Tiene muchas formas de hacérselo pagar.
- Cómo se lo hago pagar
- Entre las formas de “hacérselo pagar” están las que se contemplan como un boicot contra la relación.
Reflexione ahora un poco. ¿Vive usted una situación en la que es incapaz de manifestar sus necesidades y sentimientos a su esposo/a? ¿Cómo responde usted? ¿Cuál es su estrategia?
- Le(la) hago sentirse culpable.
- pongo mala cara
- me encierro en el dormitorio
- lloro
- me voy
- me concentro en la pantalla del ordenador con el facebook
- me vuelco en un trabajo
- le echo una bronca a los niños
- pongo la televisión y no hablo
- dejo de comer
- me voy a la cama cuando él(ella) vuelve
Puede añadir usted comportamientos de su propia cosecha. Escríbalos.
María necesita estar ocupada todo el día. No para nunca. Se vuelca en las tareas de la casa de forma compulsiva. No ha terminado de comer cuando se levanta, quita la mesa y friega los platos…y todo ello para hacer que Manuel, su marido, se sienta culpable por no encargarse de lo que le corresponde. María hace tantas cosas y tan rápido que su marido ni siquiera se da cuenta de la responsabilidad que tiene en las tareas del hogar. Además, si él se levanta para ordenar las cosas o limpiar, María le hace siempre una observación desagradable. Así queda de manifiesto que él no hace nada como es preciso. Entonces Manuel piensa que lo mejor es estarse quieto y no hacer nada… y así queda totalmente dispuesto a recibir los reproches de María. A él le gusta salir el domingo a tomarse una cerveza. A ella nunca. Podría salir con su marido…pero así perdería la oportunidad de estar resentida con él…
Al final un juego de poder que solamente sirve para erosionar la relación conyugal. María tiene el control de la relación. Unas veces es la “salvadora” asumiendo las necesidades de su marido, “perseguidora” cuando lo desacredita poniendo de manifiesto lo inútil que es, “víctima” cuando se queja de ser la única que se ocupa de la casa.
Decididamente esto no funciona. Y todo porque no podemos o no sabemos manifestar nuestras necesidades y sentimientos a nuestro esposo/a.
¿Cómo puedo estar contigo sin dejar de ser yo y cómo puedes estar conmigo sin dejar de ser tú? Contesta a esta pregunta y tendrás resuelta la mayor parte del camino en tu matrimonio. Por lo menos, no acumularás resentimientos en tu relación de pareja.
- El fracaso en la relación de pareja no tiene por qué resultar en una separación o en un divorcio. Con bastante frecuencia muchos matrimonios fracasados en su relación conviven durante toda la vida juntos pero con la amargura de tener una relación que para nada es gratificante. ↩
- Riesgo Matrimonial es todo aquel aspecto de la relación de pareja que tiene la potencialidad de causar un daño a esa relación. ↩